El estudio sobre la demografía y economía del imperio podría ser muy largo y profundo, pero no quiero dejarlo pasar sin hacer alguna referencia que nos dé nociones de ellos en la época que estamos trabajando.
No hay lugar a duda que estos dos temas van muy estrechamente ligados, pues para marcar qué tipo de impuestos y a quién se podía cobrar, hay que conocer la fluctuación de la población y por qué. En este apartado trataremos sobre los hechos demográficos mientras que en el siguiente hablaremos de las finanzas del estado.
El reinado de Carlos V estuvo muy marcado por las grandes hambrunas( 1505), por el azote de la peste en distintos momentos (1507 y 1519 especialmente) y por las guerras (continuamente); como consecuencia de ello la población se reducía en un número altísimo de personas y las que quedaban, era muy difícil controlar o censar de cualquier manera para poder exigir impuestos que cubrieran los gastos, casi siempre escasos de la corona.
Para conocer aproximadamente , con qué población se contaba en los comienzos del siglo XVI, tenemos un antecedente como punto de partida, el recuento hecho por el Contador Mayor de los Reyes Católicos, Alonso de Quintanilla (a finales del siglo XV). Contamos sobre todo y más importante, con un censo mandado hacer por la administración imperial entre 1528 y 1536, por lo tanto en el corazón del reinado.
El recuento de Quintanilla no es muy fiable (para Felipe Ruiz) porque está fechado en los años de la guerra de Granada. Pero Quintanilla era un contador muy válido y concienzudo, que trabaja en este proyecto por la necesidad de reclutar soldados para la corona, conforme habían pedido los Reyes Católicos. Por lo tanto, los números que da Quintanilla, hacen pensar que Castilla pasaba por una buena etapa demográfica a finales del siglo XV.
Millón y medio de vecinos en Castilla-sin contar Granada-, de los cuales serían, de la Castilla Señorial y de los grandes señoríos civiles, 250.000 vecinos; y de realengo, mas los señoríos eclesiásticos y las Ordenes Militares, 1.250.000.
Aunque la caída demográfica fue grande, como hemos explicado anteriormente, pero con dificultad para precisar su cuantía, nos vamos a referir al censo de la época Imperial, llevado a cabo entre 1528 y 1536. Si escuchamos al cronista, en buena parte de Andalucía, en donde él vivía, pudo afectar al 50 ó 60% de la población. También Pedro Mártir de Anglería, entonces al servicio de la Corona, relata algo similar para Castilla la Vieja, año 1507.
De ésta gran caída demográfica, debió reponerse parcialmente Castilla en los años siguientes, según el censo de los años 1528-1536, como nos muestran las siguientes grandes regiones.
Regiones - Vecinos pecheros
Galicia - 60.552
Las dos Asturias - 6.936
Castilla y León - 307.862
Castilla la Nueva y Extremadura - 213.827
Murcia y Andalucía - 195.446
Total.............................................................784.624
A estas cifras de población pechera, habría que añadir los dos sectores privilegiados, hidalgos y clero. La administración imperial calculaba hacia 1541, un total de 108.358 hidalgos. En cuanto al clero secular, no serían menores las cifras y en cuanto al clero regular, llegaría hasta 40.000 personas. Todo esto según datos de Felipe Ruiz para 1591.
Felipe Ruiz, piensa que Quintanilla ha inflado los datos de su recuento y que probablemente sobrepasó en algo la cifra de 784.624 de las cuentas de 1530, pero nada mas.
Los tercios del Emperador, estaban nutridos por los tercios viejos, tan temidos (que se sacaban de esta población de Castilla). Y que nunca sobrepasaron los 20.000 soldados, ni la media anual de los que pasaban a las Indias occidentales, entre 1521-1555, superó los mil seiscientos.
Para Ramón Carande, los soldados que militaron en las guerras carolinas durante estas fechas, podían rondar a lo largo de las campañas en unos cien mil hombres.
El resto de los tercios, está engrosado por Alemanes, Italianos y Flamencos, todos ellos mercenarios. Por lo tanto el Emperador siempre se encontraba endeudado para poder cubrir los gastos de estas contiendas.
1 comentario:
No estoy de acuerdo con esta entrada. Efectivamente hubo años difíciles a principios del siglo XVI (especialmente, 1507, cuando se juntó hambre, peste y guerras en numerosas zonas de Castilla).
Ahora bien, todos los estudios demográficos coinciden en señalar el reinado de Carlos V como un momento de auge demográfico. Si, por ejemplo, te interesan datos concretos sobre Castilla la Mancha, te recomiendo el libro de J. López Salazar.
David Alonso
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