domingo, 6 de mayo de 2007

RESTO DEL SISTEMA POLISINODIAL

Los demás Consejos tienen un valor más secundario, en el gobierno de aquella Monarquía, siendo casi todos filiales de los ya nombrados; así el Consejo de Guerra respecto al Consejo de Estado, o el de Cámara, respecto al Consejo Real. Incluso el Consejo de Indias inicia sus tareas en 1519 como una rama del Consejo Real, aunque en 1524, el Emperador decide su propia estructuración, con el título de Consejo Real y Supremo de las Indias. El giro que habían tomado los asuntos del de Indias, tras la conquista del Imperio Azteca por Hernán Cortés y la fundación de la Nueva España, condujo a ello. Carlos lo asumiría con gran interés, y nombra como su primer presidente, a su confesor fray García de Loaysa. Este Consejo no perderá su estrecho contacto con el Consejo Real, dado que en definitiva, la expansión por las Indias occidentales, en las dos fases de descubrimiento y conquista, siempre se entendió como algo privativo de la Corona Castellana.

Este Consejo tuvo una doble misión, como se especifica en la Leyes Nuevas de 1542: por una parte, el gobierno de las colonias americanas, con el control de la conquista y con su apostolado, y por la otra velar `por los indígenas.

En cuanto al Consejo de Hacienda, es otra creación del Emperador, desgajando sus funciones del Consejo Real (1523). Carlos V, desea reorganizar el gobierno de la Monarquía Católica y llevar un control de los ingresos regios en Castilla y el como afrontar los gastos.

Hasta este momento se contaba con dos contadurías que continuamente estaban enfrentadas entre ellas ( la Mayor, se encargaba se encargaba de la recaudación de los impuestos y de su administración, y la Menor de Cuentas, se ocupaba de intervenir y verificar las cuentas de la anterior) Se eliminaron ciertos puestos que no se creyeron necesarios, pero dejaron aquellos que se creyeron imprescindibles, porque eran cargos con tareas muy concretas, eran los contadores menores, que llevaban las ocho ramas de la Hacienda Real, con las tres dedicadas a los ingresos y las cinco dedicadas a gastos.

De este modo se montaba el sistema que iba a permitir la financiación de las empresas imperiales.El Consejo de Cruzada , en un principio, fue creado para administrar las tres bulas concedidas por el Papado (Cruzadas, subsidio y excusado), con el fin de ayudar al Reino a la lucha contra el infiel y al mantenimiento de la flota de galeras del Mediterráneo. Este Consejo, formado normalmente por eclesiásticos, se ocupaba de la recaudación y gestión de dichas bulas, que suponían una importante fuente de financiación para el imperio.

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